
El absurdo y salvaje Oeste
En su monumental biografía sobre John Ford, titulada Print the Legend, Scott Eyman asegura que Dos cabalgan juntos es un desastre y apoya su argumentación en una cita del director: «Es la mierda más grande que he hecho en los últimos 20 años». No es la conclusión que saca este aficionado a la crítica de cine después de verla por primera vez. Es cierto que queda lejos de las mejores películas de Ford, pero donde Eyman ve desgana o apatía yo veo un paso más en la progresión del maestro hacia la oscuridad y la desesperanza. Por lo demás, en cuanto a la cita de marras, no sería la primera vez que Ford renegaba de su trabajo, algo que hacía con frecuencia por una mezcla de falsa modestia e insatisfacción permanente. Así que esa cita, como todo lo que salía de la boca de Pappy, hay que cogerla con pinzas.
Dos cabalgan juntos es una ampliación del drama de Centauros del desierto (1956) pero, en lugar de centrarse en la figura de un marginado como Ethan Edwards, lo hace en los colonos que han sufrido el rapto de sus hijos a manos de los comanches. Algunos siguen buscándolos varios lustros después de que se los arrebataran. No admiten que, a estas alturas, los comanches les habrán lavado el cerebro o se habrán convertido en concubinas del gran jefe Parker (Henry Brandon, que también era el líder de los nativos en Centauros). Los colonos siguen vagando por el desierto en carromatos, durmiendo en asentamientos precarios, expuestos al frío, al calor y a los ataques del enemigo. Algunos se han vuelto locos, otros sólo quieren que les traigan a un hijo pero no les importa si es el suyo; necesitan creer que lo es. Y, en esta ocasión, el ejército les brinda el apoyo del teniente Gary (Richard Widmark) y del sheriff McCabe (James Stewart).
Ford supo sacar partido de dos gigantes como Widmark y Stewart, en parte gracias a los típicos diálogos irónicos y naturalistas de Frank S. Nugent. En Dos cabalgan juntos, Ford lleva al extremo su idea de que la cámara no debe moverse más de lo necesario y nos regala un plano fijo en el que vemos a los dos actores charlando amigablemente durante casi cinco minutos. El director es consciente de que ambos tienen talento y carisma como para sostener el plano sin recurrir a cortes ni distracciones. Asistir a esa conversación es un placer no sólo porque Widmark y Stewart escenifican la filosofía vital de los personajes, sino por cómo la llevan a cabo. Parece que se trata de un ensayo. De hecho, los actores se sintieron tan cómodos que improvisaron diálogos a partir de lo que había escrito Nugent.
Queda dicho el parentesco de Dos cabalgan juntos con Centauros del desierto, pero hay otra película de Ford con la que también guarda similitudes: Misión de audaces (1959). Como en ésta, el humor de Dos cabalgan juntos alcanza un grado máximo de cinismo, hasta el punto de que deja de hacer gracia ante la violencia y el drama reinantes. No creo que sea un fallo de registro, sino una idea preconcebida de Ford. Un intento de reflejar lo absurdo que es ese mundo imaginario creado por el cine al que llamamos Salvaje Oeste; una metáfora, a su vez, del mundo real: cruel, vengativo e hipócrita. Tanto Misión de audaces como Dos cabalgan juntos ahondan en la idea de que no hay héroes intachables ni consuelo para quienes sufren una pérdida. Para resistir, lo único que podemos hacer es seguir la filosofía de los dos protagonistas: brindar mientras el cuerpo aguante y abstraernos del horror que supone el mero hecho de estar vivo.
A ratos sobrecogedora, a ratos deslavazada, pero siempre con la brújula marcando el norte, Dos cabalgan juntos cuenta con un barniz de melancolía en el que sin duda tuvo que ver la muerte de Ward Bond, hombre de confianza de Ford, ocurrida en mitad del rodaje. Otra contribución es la evocadora melodía que compuso George Duning, utilizada con numerosas variaciones. El resultado es un ingrediente más en el caldo de cultivo que Ford estaba preparando desde hacía años para dar a luz a una de sus obras maestras: El hombre que mató a Liberty Valance, donde iba a juntar a John Wayne con James Stewart, que le había dejado gratamente impresionado.
BUENA | ⭐️⭐️⭐️
Título original: Two Rode Together (1961). Dirección: John Ford. Reparto: James Stewart, Richard Widmark, Shirley Jones, Linda Cristal, Andy Devine, John McIntire, Paul Birch, Willis Bouchey, Henry Brandon, Harry Carey Jr., Olive Carey, Ken Curtis. Duración: 109 minutos. País: Estados Unidos.